Cómo hacer el destete con respeto y paciencia

El destete es una etapa tan importante como la lactancia. Es el momento en que la madre y el bebé comienzan a cerrar un ciclo íntimo y profundo, lo que puede despertar muchas emociones. Algunas madres sienten alivio, otras tristeza, muchas experimentan una mezcla de ambas. Lo más importante es que el proceso se realice con respeto, paciencia y mucho amor, tanto hacia el bebé como hacia ti misma. En este artículo, te explico cómo hacer el destete de forma gradual, respetuosa y emocionalmente segura.

¿Qué es el destete?

El destete es el proceso por el cual el bebé deja de alimentarse del pecho. Puede ser un destete parcial (cuando se combinan otras formas de alimentación con la lactancia) o total (cuando ya no toma pecho). No es un momento puntual, sino un proceso que puede durar días, semanas o incluso meses.

Según la Organización Mundial de la Salud, se recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses, y complementaria hasta los 2 años o más. Sin embargo, cada familia debe decidir qué es lo mejor según sus circunstancias y bienestar.

Tipos de destete

Destete natural

Sucede cuando el niño deja de amamantar por sí solo, de forma progresiva y sin presión. Suele ocurrir después de los 2 años. Es un proceso guiado por el niño, pero acompañado emocionalmente por la madre.

Destete dirigido por la madre

Es cuando la madre decide comenzar a reducir o terminar la lactancia por motivos físicos, emocionales, laborales o personales. En este caso, es clave hacerlo de forma gradual y respetuosa.

Destete parcial

Se conserva una o más tomas (generalmente por la noche o al despertar), pero se eliminan otras durante el día. Puede durar meses, e incluso puede mantenerse como un vínculo afectivo más que nutricional.

¿Cuándo es un buen momento para destetar?

No existe “el momento perfecto”. Pero sí es ideal evitar épocas de cambios importantes como:

  • Inicio del jardín o guardería
  • Mudanzas o cambios de entorno
  • Enfermedades del niño
  • Nacimiento de un hermanito

El mejor momento es cuando tú te sientas lista y puedas acompañar a tu hijo emocionalmente. Si la decisión nace del cansancio extremo, la presión externa o el juicio de otros, es mejor reflexionar un poco más antes de comenzar.

Cómo iniciar el destete con respeto

Habla con tu hijo (aunque sea pequeño)

Incluso si crees que no entenderá todo, hablar con ternura ayuda. Puedes decir frases como:

  • “Mamá te ama mucho y poco a poco iremos tomando menos teta.”
  • “Ahora eres más grande y puedes comer otras cosas ricas también.”
  • “La teta va a ir descansando, pero yo siempre voy a estar cerca.”

Elimina una toma a la vez

Comienza por la que menos le interese (muchas veces es la de media mañana o media tarde). Espera unos días antes de eliminar otra. Esto evita cambios bruscos tanto físicos (dolor, congestión mamaria) como emocionales.

Sustituye con conexión, no solo con comida

La teta no solo alimenta, también consuela, relaja y acompaña. Por eso, no basta con ofrecer un vaso de leche. También puedes:

  • Abrazarlo
  • Cantarle
  • Ofrecerle un cuento o juego tranquilo
  • Cambiar el entorno (“vamos al parque en lugar de tomar teta”)

Usa el “no ofrecer, no negar”

Una estrategia suave es dejar de ofrecer el pecho, pero no negarlo si el niño lo pide. Muchos comienzan a olvidarse naturalmente de algunas tomas.

Acompaña los momentos clave

Las tomas al dormir suelen ser las últimas en irse. Es importante crear nuevos rituales:

  • Leer juntos antes de dormir
  • Hacer un masaje relajante
  • Dormir abrazados
  • Escuchar música suave

Al principio puede costar, pero si mantienes la calma y la presencia, tu hijo se adaptará.

Qué hacer si el niño llora o se resiste

Es normal que al principio proteste, llore o pida con insistencia. No es un capricho. Es una forma de expresar que algo está cambiando y necesita seguridad.

  • No lo regañes ni lo ignores
  • Abraza, nombra su emoción: “Sé que querías teta y te molesta que no haya”
  • Mantente firme si tomaste la decisión, pero con amor
  • Si el llanto es muy intenso, puedes pausar y retomar más adelante

Qué hacer si tú también te sientes mal

El destete no solo afecta al niño. Muchas madres sienten:

  • Tristeza
  • Nostalgia
  • Culpabilidad
  • Cambios hormonales

Todo esto es natural. Estás cerrando una etapa íntima que fue parte de tu cuerpo y tu rutina. Permítete sentir. Habla con otras madres, escribe lo que sientes, busca apoyo emocional si lo necesitas.

Señales de que el destete va bien

  • El niño comienza a comer más alimentos sólidos
  • Acepta otras formas de consuelo
  • La madre se siente tranquila con la decisión
  • No hay dolor ni congestión en los pechos
  • El vínculo sigue fuerte, aunque sin lactancia

¿Y si quiero volver atrás?

Puedes hacerlo. Si el destete no fluye o ambos lo están pasando mal, puedes pausar el proceso. No es retroceder, es escuchar las necesidades del momento. Muchas madres hacen destetes intermitentes hasta encontrar el ritmo ideal.

Consejos prácticos finales

  • Usa ropa que no facilite el acceso al pecho en los momentos en que no quieras dar
  • No compares tu proceso con el de otras familias
  • Refuerza el vínculo con juegos, palabras, contacto y rutinas
  • Celebra cada pequeño avance, sin apurarse

El destete es un acto de amor

Hacer el destete con respeto es otra forma de maternar. Es decirle a tu hijo: “puedes crecer, puedes alejarte un poco, yo estaré aquí de todos modos”. No es un fin, sino un nuevo comienzo. El amor que se construyó en la lactancia no desaparece. Se transforma.

Tu hijo seguirá buscando tu abrazo, tu voz, tu mirada. Y tú seguirás siendo su refugio, más allá del pecho.

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